viernes, 29 de agosto de 2008

Ian Curtis en "Control" por Anton Corbijn

Muerte y regreso de Ian Curtis




Atribulado, sombrío, intenso, depresivo, epiléptico, el vocalista de Joy Division se colgó de un perchero a los 23 años. Ian Curtis dejó en este mundo a esposa, hija, amante y banda, pero también un legado musical que se instaló como referente del post punk británico de finales de los 70. Su herencia, compacta y poderosa, sigue influyendo en el sonido de incontables bandas en todo el mundo. Y sin duda lo seguirá haciendo en el futuro inmediato: Control, la película biográfica de Ian Curtis realizada por el fotógrafo holandés Anton Corbijn, lo acaba de lanzar a un nivel superior en la dimensión de los iconos culturales. Esperemos que pronto este en las carteleras de nuestro país, aunque me cueste creerlo.





"Decadas" por Ian Curtis


He aquí a los jóvenes, la gravedad doblando sus espaldas.
He aquí a los jóvenes, pero, ¿dónde han estado?
Empujados al límite, golpeamos en las puertas
de la más oscura cámara del infierno, nos deslizamos adentro,
espiamos entre bastidores todas las escenas repetidas
y a nosotros mismos como nunca antes nos habíamos visto:
un retrato de traumas y decadencia, las penas que sufrimos
nunca redimidas. ¿Dónde hemos estado? ¿Dónde? ¿Dónde?
Cansados, perdidos para siempre, no podemos suplir
el miedo–el estremecimiento– de la persecución. Cada ritual
corrió el velo de nuestras quimeras, abrió la puerta
un instante, para luego cerrarla en nuestra cara.

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